La educación social para una ciudadanía de paz

Desde pequeña tenía claro que quería dedicar mi vida a “ayudar a los demás”. En ese ímpetu de estudiar y dedicar mi vida a transformar lo que me rodeaba, me dí cuenta que quien se mete a transformar el mundo, primero debe cambiarse a sí mismo.

Elegí la educación social como medio de transformación, porque entendía que estaba ligada al pensamiento crítico, a la educación popular y a la acción transformadora de empoderar y dar libertad de decisión a las personas. En el camino de mi propia transformación tuve la oportunidad de participar en procesos de educación social que me enseñaron muchísimo de mi misma, pero sobretodo a identificar conflictos sociales y diseñar respuestas educativas acordes a un enfoque de derechos ante dichas realidades.

Desde entonces, dedico mis esfuerzos en acompañar a equipos de trabajo y colectivos sociales (jóvenes, profesorado, educadores…) a encaminar sus esfuerzos hacia la búsqueda y fortalecimiento de técnicas y habilidades que les permitan promover principios y valores de ciudadanía de paz, en sus actuaciones educativas.

Para mí, el valor de la educación social reside en:

1. Promover prácticas participativas y cooperativas que se orientan a reconstruir relaciones comunitarias mediante la identificación de necesidades, problemas y soluciones, implicando a la mayor diversidad de agentes sociales implicados.
2. Aportar a una reflexión crítica y constructiva de la sociedad actual desde todos sus ámbitos (social, cultural, político y educativo)
3. Descubrir y valorar el poder educativo de los movimientos sociales.
4. Elaborar propuestas de intervención socioeducativa adaptada a las necesidades de las personas y su entorno (enfoque de derechos).

En este Día Internacional de la Paz, que se conmemora el 21 de septiembre, quiero visualizar la Educación Social como herramienta de cambio. Una educación hecha para todos y todas, más allá de la escolarización o la vida familiar. Una educación significativa, hecha para las personas y por las personas.

Sigo formándome y sigo aprendiendo de cada vivencia. Si la sociedad cambia, yo cambio con ella.

Gracias a todas las personas que han formado parte de este camino que emprendí hace 20 años.