Jugar a convivir en Paz

Si algo he aprendido a lo largo de mi experiencia como formadora es que por mucho que escuchemos una palabra y la utilicemos a menudo, no asegura que comprendamos su significado ni su implicación en nuestra vida diaria.

Eso me pasó una vez con mi peque de 4 años, que un día después del colegio me señaló una paloma blanca y me dijo “Ahí va la paz”.

Desde ese día, intento, como madre y educadora, asociar palabras genéricas como “Paz” con acciones cotidianas que les hagan valorar e identificar su significado y valor en nuestras vidas. Porque al fin y al cabo la “Paz” se vive y tan solo se conseguirá si desde temprana edad la hacemos nuestra, a través de acciones que promuevan el entendimiento mutuo, la tolerancia y la amistad además de rechazar cualquier tipo de violencia.

Y aunque nos creamos pequeños actores en un mundo tan inmenso como éste, nuestras pequeñas acciones son pasos de gigantes para alcanzar esa ansiada Paz enmarcada en los 17 Objetivos del Desarrollo Sostenible, los cuales, como ya expliqué en la actividad los ODS a través de Mafalda, podrán contribuir a cambiar el mundo, si nos lo proponemos antes del 2030.

Justo en su objetivo 4, nos hemos marcado como meta para el 2030, asegurar que la infancia y juventud adquieran los conocimientos teóricos y prácticos necesarios para promover el desarrollo sostenible, entre otras cosas mediante la educación para el desarrollo sostenible y los estilos de vida sostenibles, los derechos humanos, la igualdad de género, la promoción de una cultura de paz y no violencia, la ciudadanía mundial y la valoración de la diversidad cultural y la contribución de la cultura al desarrollo sostenible

La concienciación de niños y niñas sobre la paz, la violencia o la convivencia social se promueve dentro y fuera de las aulas, mediante un conjunto de medidas o iniciativas que ayuden a hacer partícipes a los/as más pequeños en procesos de cambio generados desde la propia sociedad.

Sin embargo hoy os traigo una actividad que les ayudará a reconocer los valores que favorecen la convivencia y a identificar habilidades y técnicas para resolver conflictos de forma pacífica. Aprenderán por descubrimiento:

• Las dificultades de alcanzar un objetivo sin una estrategia común,
• La importancia del diálogo y el establecimiento de acuerdos para ganar en el juego de equipo
• La cooperación como medio para sentirse bien al conseguir el reto propuesto.
  

Actividad

Materiales:

• Pelota de 7 a 10 cm
• Hojas recicladas tamaño A4 (una por participante).

Desarrollo:

1.Se facilita a cada participante una hoja y se les indica que el objetivo del grupo es llevar una pelota pequeña de un punto concreto a otro (separado por una distancia de varios metros) sin que ésta bote, toque el suelo o sea llevada con el cuerpo (manos, pies, hombros, etc).

2.El/la docente debe tener una observación activa durante la actividad que le permita identificar actitudes, estilos de comunicación, roles, etc entre los miembros del grupo, con el fin de dar pistas durante el juego al grupo, que les permita identificar errores en la comunicación y/o coordinación que les impide llegar al objetivo planteado.

3. Una vez avanzado el juego y sin haber alcanzado el objetivo propuesto, se les indica al grupo que la pelota simboliza El mundo y que el lugar a donde debe llegar es La Paz.
4. Con el fin de que los/as participantes aporten soluciones, estrategias o experiencias se dará tiempos cortos de reflexión (donde se para el juego), para que dialoguen y acuerden nuevas formas de trabajo cooperativo, ante las dificultades encontradas
5. Una vez el grupo ha desarrollado la actividad propuesta durante 20 min como máximo (alcanzado el éxito o no de la misma), se dará un espacio para la reflexión final con el fin de vincular la experiencia vivida con los conocimientos de entendimiento mutuo, cooperación y comunicación positiva y con ello poder facilitar el cambio de actitudes hacia una convivencia en paz.

Devolución:

Como bien dijo Irina Bokova, anterior Directora General de la UNESCO “No es suficiente estar conectados con los demás. También debemos compartir nuestras soluciones, experiencias y sueños en una gran comunidad cimentada con los derechos humanos y las libertades fundamentales”.