Un cuento para reflexionar sobre ciudadanía ambiental. «La rana hervida»
Ayer mis hijas mayores comenzaron sus clases de arte y me contaron que habían trabajado un proyecto artístico en base a un cuento de una rana, llamada Marta. En ese momento, me acordé que hace unos años había utilizado el “cuento de la Rana Hervida” en un grupo de reflexión para trabajar las actitudes y acciones que tomamos frente al cambio climático, una verdad incómoda que creo muy pocos se atreven a hablar y reflexionar a nivel individual o grupal.
Como me encanta compartir recursos educativos, aquí os dejo esta actividad que no os lleva más de 20-30 minutos y que os ayudará a introducir o reflexionar sobre el ejercicio consciente de una ciudadanía ambiental.
La fábula cuenta que si ponemos una rana en una olla hirviendo, intentará salir. Pero si ponemos la rana en agua a temperatura ambiente, y no la asustamos, se quedará tranquila. Si aumentamos la temperatura gradualmente, la rana no hace nada y poco a poco se encuentra más aturdida, hasta que no está en condiciones de salir de la olla, aunque nada se lo impida.
La respuesta a la actitud de la rana, tiene su base científica, se produce porque su aparato interno está preparado para cambios repentinos en su entorno (como salir inmediatamente de una olla hirviendo), pero no lo está para cambios lentos y graduales (al no percibir los cambios de temperatura no identifica una amenaza de su supervivencia).
La paradoja de la fábula en el comportamiento humano, nos lleva a pensar que las personas solemos actuar si los cambios son repentinos en nuestra vida y nos adaptamos y tenemos una actitud más pasiva si el cambio es paulatino. Si trasladamos esto a la crisis climática actual que estamos viviendo, surge la pregunta de por qué nuestra actitud y nuestras acciones no cambian a pesar de tener tanta información e ideas de acciones próximas a nuestro alcance (reciclar, reusar, reducir, intercambiar…)
Os propongo que si tenéis la oportunidad de abrir la reflexión en un grupo (ya sea en clase, a vuestras hijas/os y amistades), conteis la parábola de la rana y reflexionéis sobre las actuaciones que estamos haciendo de forma individual y grupal para luchar contra el #cambioclimático.
Cómo bien dice la activista sueca de 16 años Greta Thunberg, “La acción retrasada sobre el cambio climático podría causar resultados potencialmente irreversibles. La crisis climática ya se ha resuelto. Ya tenemos todos los hechos y las soluciones, todo lo que tenemos que hacer es despertarnos y cambiar”
¿Conoces todas las consecuencias del cambio climático? ¿Qué acciones podemos cambiar hoy mismo en nuestro día a día? ¿Qué medidas podemos exigir a los gobiernos?
Lamentablemente estamos siendo testigos, de cómo poco a poco los incendios aumentan en nuestro planeta, la tierra arde y estamos sufriendo las consecuencias de los problemas ambientales. Hay que proteger la biodiversidad y debemos sentir este planeta cómo nuestra única casa. Si no estamos sintiendo el fuego (cambio climático) de la olla (el planeta) es que nos habremos convertidos en ranas, incapaces de actuar a tiempo.
Os dejo enlaces a post de actividades grupales sobre activismo cotidiano y de ahí sacar ideas para generar propuestas y acciones nuevas.
